Hoy es el Día Mundial de la Poesía, lo que significa que es una ocasión inmejorable para hablar (y sobre todo alabar a este género literario). Así que por eso esta entrada en un día menos habitual.
La poesía es el género de los sentimientos, de la expresión de uno mismo, de la contemplación, es el género de la belleza superficial e interior, del dolor y de la tristeza, de la alegría y la emoción. En definitiva, la poesía es como coger tu corazón en un puño y estrujarlo hasta que salen una cuantas palabras en verso.
La poesía es capaz de hacer llorar con solo leerla, puedo decirlo de primera mano y al segundo hacerte reír. Es un embrujo delicioso de cuyas garras no puedes escapar.
En un principio yo era reticente a escribir poesía, me gustaba, pero no me creía lo suficientemente adecuado para escribirla, pero ¡cuan equivocado estaba! Cualquiera puede escribir poesía, ser capaz de volcar su alma en un trozo de papel, y solamente eso ya que otorga la mejor belleza posible.
Bueno, y dado que estamos hablando de poesía, voy a poner tres poemas de algunos de mis autores favoritos. Espero que los disfrutéis.
El primero es del grandioso Federico García Lorca, que no voy a decir nada que no hayan dicho ya todo los libros. Este es "La aurora" de su libro Poeta en Nueva York.
La segunda poesía que pongo es de Josefina de la Torre, una de los miembros de las Sinsombrero (que un día hablaremos más largo sobre ellas) y esta poesía me conmueve al leerla, se llama
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
La segunda poesía que pongo es de Josefina de la Torre, una de los miembros de las Sinsombrero (que un día hablaremos más largo sobre ellas) y esta poesía me conmueve al leerla:
Mira:
me gustas porque sabes
decir mentiras.
Si dijeras verdades
no me gustarías.
¡Qué dulce que sabe
la mentira!
Es buena,
noble,
decisiva.
Y la verdad
¡qué tonta y desabrida!
Siempre igual,
esperada, conocida.
¡En cambio la mentira
qué dulce,
amarga compañera mía!
Te quiero,
porque sabes decir mentiras.
Por último, voy a meter un poemita de Oscar Wilde, porque este señor, siempre tiene alguna joya que regalar al mundo (aunque a veces me desespere). Se llama Mi voz.
Dentro de este inquieto, apresurado y moderno mundo,
Arrancamos todo el placer de nuestros corazones, tú y yo.
Ahora, las blancas velas de nuestra nave ondean firmes,
Pero ha pasado el momento del embarque.
Mis mejillas se han marchitado antes de tiempo,
Tanto fue el llanto que la alegría ha huido de mi,
El Dolor ha pintado de blanco mis labios,
Y la Ruina baila en las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta tumultuosa vida ha sido para ti
No más que una lira, un luto,
Un sutil hechizo musical,
O tal vez la melodía de un océano que duerme,
La repetición de un eco.
Espero que continuéis disfrutando del Día Internacional de la Poesía y recordad que cada domingo tenemos nuestro particular Domingo de Poesía, con nuevos y únicos textos.
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